BRINDIS


Fatigado de andar entre recuerdos
y rumores de mares desvanecidos,
hoy levanto mi copa ebria de labios
y brindo por la vida que nos invita
a reír y a gozar días de espumas
Y noches empañadas de frenesí.
¿Quién nos redimirá de la nostalgia
que nos enluce el alma con su barniz
y cubre de arrayanes nuestra mirada?
¿Quién encenderá el blanco de nuestra nieve
privada de raíces, tallos y flores
y apagará las luces cuando se cierren
las puertas y ventanas de nuestro eco?
¿Quién regará las horas de los caminos
que nos llevan al valle de las quimeras?
¿Y quién arrancará la soledad
incrustada en el pulso sin ruiseñores
ni miel de nuestros sueños invertebrados?
Estrellas enlutadas calan un cielo
de azules en barbecho y nubes prófugas.
Cuán atrás han quedado las huellas turbias
brotadas en la savia de las palabras.
Una espesa tristeza tiñe la tierra
y un halo de silencios flota en las sombras
esperando que el viento garabatee
torpes caligrafías sobre los trigos.
Rebosa la memoria de desencuentros
y el sol vierte en el río sus llamaradas
mientras la tarde cóncava y conmovida
se extravía en la tinta que suda versos.
Por la acera de enfrente, transitan lunas
cegadas de deseos y telarañas.
Acallamos campanas y enredaderas.
Derribamos cigüeñas y desecamos
los charcos donde abrevan las emociones.
Levantemos las copas llenas de vida
y bridemos por hoy; quizás mañana
hallemos nuestra copa vacía y rota.




Jesús G. Moreda Gamundi

Tercer Premio de poesía

V Certamen Literario Universidad Popular de Almansa