SAID

¡Qué lástima que yo no tenga una casa!

una casa solariega y blasonada

León Felipe

Said quiere ver cómo pasa la vida,

plácidamente, desde su ventana.

Pero no tiene ventana.

No tiene ventana porque no tiene casa.


No tiene casa

ni ventana

ni cristales

para ver la vida que pasa.


Sólo tiene una choza con una puerta

desde la que ve el trasiego

de hombres y animales

con la miseria

acumulada desde siempre

en esta tierra.


Said sólo tiene una choza

hecha con adobe, ramas y paciencia.

Y en la choza tiene una esposa

y siete hijos

que no tienen su nombre

anotado en el registro,

pero tienen hambre.

Tienen hambre porque tienen boca.



En un día de junio,

Said abandona su choza

y se echa a la mar en calma

con su cayuco.

En unas hora recorre siglos…

y llega a una costa de España,

casi sin vida,

la piel quemada

y unos cristales de sal y miedo

clavados en la mirada


Trinidad Casas Perín

Tercer Premio de Poesía

II Certamen Literario Universidad Popular de Almansa